Argentina denunció en la ONU la desaparición forzada del gendarme Nahuel Gallo en Venezuela

El gobierno sumó el caso al informe de la ONU que detalla delitos de lesa humanidad cometidos por el régimen de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Exigen su liberación inmediata.

El gobierno argentino sumó hoy el caso de la desaparición forzada del gendarme Nahuel Gallo al informe presentado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se documentaron graves delitos de lesa humanidad en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.

El embajador Carlos Foradori expuso en Ginebra un fuerte discurso en el marco de la Misión Internacional de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas, que detalló detenciones arbitrarias, torturas, muertes bajo custodia y persecuciones contra opositores, periodistas, manifestantes y hasta extranjeros, incluidos jóvenes y niños, en el período posterior a las elecciones presidenciales de 2024.

Según relató Foradori, el gendarme argentino Nahuel Gallo fue detenido de manera arbitraria en diciembre de 2024 cuando ingresaba legalmente a Venezuela para reencontrarse con su esposa y su hijo de dos años. Desde entonces permanece en condición de desaparecido, sin garantías procesales ni información sobre su lugar de detención.

"Nahuel Gallo ha quedado preso en cautiverio e invisible, víctima de desaparición forzada, pero presente en el informe de la misión y en los corazones de todos los argentinos", afirmó el embajador.

El diplomático también cuestionó la sistemática violación a los derechos humanos: "En Venezuela no solo se ha logrado generar incertidumbre sobre el futuro, sino también sobre el pasado. Es casi la materia prima de su política".

La denuncia del caso de Gallo se suma a la política exterior del presidente Javier Milei, que mantiene un duro enfrentamiento con el régimen chavista y fue uno de los primeros en desconocer el fraude de las últimas elecciones en ese país.

El gobierno argentino volvió a exigir la liberación inmediata del gendarme Nahuel Gallo y reclamó que se respeten las garantías consulares, el derecho a la defensa y los estándares mínimos de derechos humanos, todos ellos ignorados por las autoridades venezolanas.

"Esperamos, quizá ingenuamente, que Venezuela nos escuche, que piense en su gente y que algún día se contagie de un virus maravilloso: el de la democracia, el respeto a la vida y la libertad", concluyó Foradori en su intervención.

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