El Gobierno reglamentó las hipotecas divisibles para impulsar el acceso a la vivienda

La medida busca "fomentar el crédito, impulsar al sector y a la construcción, y reducir el déficit habitacional en la Argentina".

El Gobierno nacional oficializó la implementación de las hipotecas divisibles para proyectos inmobiliarios, una medida que busca impulsar el crédito, dinamizar el sector de la construcción y reducir el déficit habitacional en la Argentina. La reglamentación fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial mediante la Resolución Conjunta 2/2025 de los Ministerios de Economía y Justicia.

La normativa permite constituir hipotecas divisibles sobre inmuebles destinados a desarrollos urbanísticos que luego se dividirán bajo régimen de propiedad horizontal, conjuntos inmobiliarios o en parcelas del dominio común. Esta figura, prevista en el Decreto 1017/2024, había sido creada previamente por el Ejecutivo y ahora cuenta con un marco legal específico para su aplicación.

Según la reglamentación, podrán acceder a este tipo de crédito los titulares de dominios libres de gravámenes o con cargas reconocidas por el acreedor, que cuenten con un proyecto de subdivisión debidamente registrado y cuya escritura contemple la división del crédito y de la garantía hipotecaria.

El nuevo sistema permitirá que las hipotecas sean cedidas, securitizadas, integradas a fideicomisos financieros o utilizadas para emitir letras hipotecarias, de acuerdo con la legislación vigente. Esto representa una herramienta clave para atraer inversiones y ampliar las fuentes de financiamiento del sector privado.

Una de las principales novedades de esta normativa es que cualquier persona podrá acceder a un crédito hipotecario a largo plazo para comprar una unidad en un proyecto en construcción (comúnmente conocido como "pozo") o adquirir un lote en un barrio antes de su subdivisión formal.

Desde el Ejecutivo destacaron que esta medida "facilitará el acceso a la vivienda desde las primeras etapas del proyecto, en condiciones similares a las de una propiedad ya finalizada". A su vez, remarcaron que "la falta de hipotecas divisibles limitaba el financiamiento para futuras obras y restringía la posibilidad de hipotecar nuevas unidades funcionales".

En paralelo, el Gobierno también reglamentó la posibilidad de constituir una hipoteca sobre el derecho real de superficie, permitiendo garantizar proyectos de construcción en la rasante, vuelo o subsuelo del inmueble, dentro del plazo de duración de dicho derecho.

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