Murió el Papa Francisco a los 88 años

El Vaticano confirmó que el Sumo Pontífice falleció esta mañana. Habrá nueve días de funerales y un entierro sobrio, tal como él había solicitado.

El Papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 de la mañana, hora local, en su residencia de la Casa Santa Marta, según informó oficialmente el Vaticano. El encargado de anunciar la triste noticia fue el cardenal Kevin Farrell, camerlengo de la Santa Sede y autoridad máxima durante el período de sede vacante.

"Con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco", declaró Farrell en un comunicado oficial que rápidamente se difundió por todo el mundo.

El deterioro de su salud en las últimas semanas

El pontífice argentino tenía 88 años y atravesaba un estado de salud frágil en los últimos tiempos. Su última aparición pública fue el domingo de Pascua, cuando dio la tradicional bendición "urbi et orbi" desde el Vaticano. A pesar de su notorio deterioro físico, saludó a los fieles a bordo del papamóvil, en lo que sería su despedida final ante más de 35 mil personas.

Durante la Semana Santa, Jorge Mario Bergoglio había delegado varios ritos litúrgicos centrales, una medida excepcional que marcó el cierre simbólico de su pontificado.

Murió el Papa Francisco a los 88 años

Las causas de su fallecimiento según el parte médico

Según el comunicado oficial, en sus últimas horas el Papa Francisco sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por una fuerte acumulación de mucosidad en los bronquios. Su estado general había empeorado desde su hospitalización el pasado 14 de febrero, cuando fue diagnosticado con neumonía bilateral. Esa afección derivó luego en crisis respiratorias, insuficiencia renal y una infección polimicrobiana. También fue tratado por anemia y necesitó asistencia respiratoria.

El legado de un Papa cercano a los más humildes

"El Papa dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia", afirmó el cardenal Farrell al recordarlo con emoción. En el mismo mensaje, destacó su labor a favor de los más pobres y marginados. "Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos su alma al infinito amor misericordioso de Dios", concluyó.

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