Los kioscos de diarios se reinventan: ahora ofrecen café de especialidad

Con estética vintage y propuestas innovadoras, los puestos de diarios en Buenos Aires, Córdoba y Rosario suman cafetería y panificación al paso.

La escena urbana suma una nueva tendencia: los kioscos de diarios con café de especialidad. Lo que antes era sólo un punto de venta de revistas y periódicos, ahora se convierte en un espacio donde conviven la lectura, la panificación y el buen café.

En Buenos Aires, Canillita en Recoleta, Impresso y Alpaso en Cabildo al 1600, y Prensa en Barrancas de Belgrano son algunos de los ejemplos que ya captan la atención de vecinos y transeúntes. Todos cuentan con barra, banquetas y una propuesta de panificación al paso, rodeados de revistas y diarios como en el formato clásico.

En Córdoba capital funciona Diario Café y Lectura, mientras que en Rosario se inauguró esta semana Puesto Coffee, ubicado en Córdoba y Balcarce. Allí, el proyecto fue posible gracias a la articulación entre el municipio, el Concejo y el Sindicato de Canillitas, que impulsó cambios normativos para permitir la incorporación de cafetería sin abandonar el rubro principal.

Antes, la rutina era comprar el diario y luego ir al bar a leerlo. Ahora, esa dinámica se concentra en un mismo lugar: el kiosco convertido en cafetería. Según los primeros relevamientos, muchos clientes que van por café también aprovechan para comprar revistas, y viceversa.

En cuanto a la propuesta gastronómica, estos espacios ofrecen desde cafés tradicionales (cortado, lágrima) hasta combinaciones innovadoras como café con helado, tónica, jugo de naranja o pistacho.

Esta transformación sigue la línea de ciudades como Nueva York, Madrid, Barcelona y París, donde el café fue la llave para revitalizar los kioscos de diarios. En Argentina, el proceso se aceleró con la resolución 1481/2023 del Ministerio de Trabajo, que habilitó el expendio de bebidas no alcohólicas y cafetería en los puestos de diarios y revistas.

La normativa también permite sumar artículos de librería, recuerdos turísticos, pasajes y productos básicos. Sin embargo, aún queda pendiente un punto clave: la vinculación de estos espacios con baños públicos para completar el servicio gastronómico.

La Ciudad de Buenos Aires, a través del Ministerio de Espacio Público, regula la ubicación y permisos de estos puestos, cuyas licencias -como las de los taxis- pueden comprarse y venderse. Su valor varía entre 15.000 y 150.000 dólares, según la zona.

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