Manchalá, 50 años después: la historia de los 11 soldados que frenaron al ERP

Durante el Operativo Independencia, un grupo de conscriptos salteños resistió una emboscada del ERP en una escuela rural. Medio siglo después, aún reclaman el reconocimiento que merecen.

Hace exactamente 50 años, en plena ejecución del Operativo Independencia, un grupo de jóvenes soldados salteños protagonizó un hecho que marcaría un punto de inflexión en la lucha entre el Ejército y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Fue el 28 de mayo de 1975, cuando 11 conscriptos de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 enfrentaron una emboscada en la escuela rural de Manchalá, a 47 kilómetros de San Miguel de Tucumán.

Lo que comenzó como una jornada de tareas de refacción escolar en el marco de una acción cívico-militar, se convirtió en el bautismo de fuego para estos jóvenes. Sin esperarlo, fueron atacados por una columna del ERP que se dirigía a asaltar el comando de Famaillá en la madrugada del Día del Ejército. Los guerrilleros, fuertemente armados y movilizados en camiones y camionetas, no contaban con la férrea resistencia que iban a encontrar.

Resistieron una hora bajo fuego y frustraron un ataque clave

El cabo primero Gerardo Lafuente lideró la defensa desde la escuela, organizando a los soldados Osvaldo Alcalá, Rodolfo Demayo, José Romero, Adrián Segura y otros, quienes se atrincheraron en el edificio, el techo y detrás de una ermita. Durante casi una hora, repelieron el ataque bajo una intensa balacera, ráfagas de ametralladoras y gritos intimidatorios con megáfonos que les exigían rendirse. No lo hicieron.

Manchalá, 50 años después: la historia de los 11 soldados que frenaron al ERP

Uno de los soldados, Adrián Segura, fue gravemente herido, pero sus compañeros lograron rescatarlo. La situación era crítica hasta que los refuerzos del Ejército interpretaron el silencio como signo de derrota y se acercaron. Allí, al ver que los "manchaleros" seguían vivos, los iluminaron con bengalas y evitaron una tragedia mayor.

El ERP reconoció la pérdida de combatientes en su publicación interna, aunque infló las bajas del Ejército. Lo cierto es que la operación insurgente fue abortada, gracias al inesperado y valiente accionar de estos soldados.

Del olvido al recuerdo: un reconocimiento pendiente

A su regreso a Salta, los conscriptos fueron recibidos como héroes. Sin embargo, el reconocimiento oficial se fue diluyendo con los años. Algunos cayeron en el olvido, otros enfrentaron la pobreza o el estigma. No fue hasta 2018 que recibieron una medalla que los reconocía formalmente como "combatientes de Manchalá".

El monumento original que recordaba la gesta fue demolido en 2013 por una ordenanza que lo vinculaba al terrorismo de Estado. Nunca se hallaron restos humanos bajo sus cimientos. Hoy, un nuevo monumento moderno homenajea a los soldados y a su gesta.

A medio siglo del combate, algunos veteranos siguen viviendo en Salta. Recuerdan ese día como el más decisivo de sus vidas y continúan reclamando un reconocimiento pleno por parte del Estado. "Cumplimos el servicio militar bajo un gobierno democrático y evitamos una masacre en Famaillá", repiten con orgullo.


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