Argentina alcanzó en 2024 su primer superávit financiero anual en 14 años, con un saldo positivo del 0,3% del PIB. Esto se logró mediante una fuerte reducción del gasto público del 27% en términos reales, sin descuidar a los sectores más vulnerables, priorizando programas sociales y mejorando las jubilaciones en términos reales.
